Dentro de la mitología griega existen miles de historias llenas de sufrimiento, muertes, venganzas, leyes de los dioses pero también de mucho amor, pasión y relatos que nos muestran la belleza de los sentimientos humanos.

Y ya que está cercana la fecha del 14 de febrero, nos parece un pretexto perfecto para recordar una historia de un amor que será eterno.

Todo comienza con un personaje de la mitología llamado, Orfeo. Se dice que era un joven muy apuesto y que además tocaba la lira de tal manera que hacía que las bestias durmieran y las personas que lo escucharán se quedarán embelesados .

Y una de las personas que cautivó con su música fue a su bella esposa Eurídice, quien sufre un terrible accidente al ser mordida por una serpiente, mismo que le causa la muerte.

Orfeo, desesperado, decide irla a buscar al inframundo pero al llegar ahí Caronte le niega el traslado hasta la otra orilla de la laguna, por lo que Orfeo comienza a tocar su lira de tal manera que logra convencer al barquero que lo traslade hasta la otra orilla.

Con el encantó de su lira hace que le abran las puertas del inframundo, al igual que logra convencer a los dioses: Perséfone y Hades de poder salir de ahí junto con su amada.

Pero le pusieron la condición que Eurídice iría detrás de Orfeo hasta salir del Inframundo y que él no podría voltear a ver el rostro de su amada hasta que salieran los dos del Infierno. Y justo antes de que saliera Eurídice de la última puerta, Orfeo voltea hacia atrás y su querido amor se convierte en sombras de nuevo y él es expulsado del Inframundo, quedando de esta forma, separados por siempre.

A nosotros esta historia nos conmueve el alma, ¿ustedes la conocían? Cuéntanos, ¿qué otra historia de amor merece ser conocida?.